Todos tenemos algo que queremos decir, una idea que se convierte en algo que queremos expresar desde lo más profundo de nuestro corazón. Y hoy lo podemos hacer, de hecho, cada minuto se envían 38 millones de mensajes por WhatsApp. Pero, muchas veces, queremos compartir de otras maneras esas ideas, fotos o videos, y decidimos crear un blog (esperando que alguien más que nuestra tía lo lea). Tomamos fuerzas, rompemos la alcancía. 5, 10, 20 dólares, y ya tenemos para el hosting y el dominio. Y llega la pregunta más difícil: ¿y ahora cómo hago para no tener que hacer un pregrado en sistemas y poder publicar en internet?

Sí, así surgió mi duda: cómo entregamos una experiencia totalmente amigable para nuestros profesores y administrativos en la Universidad de los Andes. Lo que busca un equipo de tecnología es cómo entregar un sistema estándar, que sea fácil de usar y que nos permita crecer tan rápido como el usuario crea contenido. Iniciamos la búsqueda, encontrándonos que más de un blog habla del tema, pero todos hablan de lo mismo, así que no es fácil encontrar un comparativo real alrededor de estas tecnologías, y, por lo tanto, para ellos es importante definir unas categorías claves para que los podamos evaluar.